El OZONO se puede clasificar en dos tipos principales: estratosférico y troposférico, en grandes concentraciones es irritante, King Ozono fabrica generadores de ozono en bajas concentraciones en beneficio de mejorar la calidad de vida.
1.- Acción microbicida:
Es quizás la propiedad más importante del OZONO y por la que más aplicaciones se le atribuyen.
El concepto microbio, como es sabido, es muy amplio. En principio, microbio es toda forma de vida que no puede ser vista por el ojo humano, y que se requiere el uso del microscopio para ser observado. Estos seres vivos permanecen muchas veces sobre todo tipo de superficies, en todo tipo de fluidos, o bien flotan en el aire asociados a pequeñas motas de polvo, minúsculas gotas de agua en suspensión, etc… Es bastante frecuente que ellos sean responsables de la transmisión de todo tipo de enfermedades contagiosas, especialmente en sitios cerrados donde haya gran número de personas, con poca
renovación de aire. El control de algunos de estos microorganismos, llamados patógenos por su capacidad de provocar enfermedades contagiosas, ha sido una gran preocupación del hombre desde el momento en que fueron descubiertos. Cientos de métodos y sustancias químicas han sido elaborados y utilizados con este fin, proporcionando resultados en mayor o menor medida positivos e intentando disminuir la cantidad de estos patógenos, en términos como desinfección, higienización, asepsia, antisepsia.
El OZONO debido a sus propiedades oxidantes, puede ser considerado como uno de los agentes microbicidas más rápido y eficaz que se conoce. Su acción posee un amplio espectro que engloba la eliminación de:
a) Bacterias (efecto bactericida)
b) Virus (efecto viricida)
c) Hongos (efecto funguicida)
d) Esporas (efecto esporicida)
a) EFECTO BACTERICIDA:
Es bien conocido desde principios de siglo, donde se empezó a usar para el tratamiento de aguas. Actualmente nos servimos de él, tanto para el tratamiento de todo tipo de aguas como para tratar ambientes e incluso directamente sobre el organismo humano con fines terapéuticos.
Una de las ventajas más importantes del OZONO, con respecto a otros bactericidas es que este efecto se pone de manifiesto a bajas concentraciones (0.01 ppm o menos) y durante períodos de exposición muy cortos. Incluso es ya perfectamente observable un efecto bacteriostático.
La diferencia entre un efecto bactericida y un efecto bacteriostático es sencilla: un agente bactericida es aquél capaz de matar a las bacterias. Sin embargo, un agente bacteriostático no llega a matarlas, pero si les impide reproducirse, frenando rápidamente el crecimiento de sus poblaciones.
Aunque teóricamente sean efectos muy distintos, en la práctica, una población de bacterias sin capacidad de reproducción o con capacidad disminuida para la misma, es una población condenada a su desaparición. De hecho. Agentes antimicrobianos, tan importantes como algunos antibióticos basan su poder en una acción bacteriostática.
b) EFECTO VIRICIDA:
Los virus son pequeñas partículas, hoy consideradas frontera entre los seres vivos y la materia inerte, que no son capaces de vivir ni de reproducirse si no es parasitando células a las que ocasiona su destrucción. A diferencia de las bacterias, los virus siempre son nocivos y provocan enfermedades a todo organismo al que atacan. Enfermedades tan comunes como la gripe, el catarro, el sarampión, la viruela, rubéola, poliomielitis y otras muchas, son provocadas por virus.
El OZONO actúa sobre ellas oxidando las proteínas de su envoltura y modificando su estructura tridimensional.
Al ocurrir esto, el virus no pude anclarse a ninguna célula hospedadora por no reconocer su punto de anclaje, y al encontrarse el virus desprotegido y sin poder reproducir se muere.
La acción viricida es observable a concentraciones de OZONO inferiores a la de acción bactericida. Esto es debido a que la complejidad de la envoltura viricida es inferior a la de la pared bacteriana.
c) EFECTO FUNGICIDA:
Existen ciertos tipos de hongos que tienen capacidad de provocar enfermedades al ser humano. Otros muchos son capaces de ocasionar alteraciones en nuestros alimentos, haciéndolos inaceptables para su consumo, como es el caso, entre otros, de los mohos.
Debido a esto, resulta interesante controlar y eliminar estas formas patógenas, que provocan un daño celular irreversible.
El OZONO nos ofrece la posibilidad de eliminar estas formas patógenas, cuyas esporas pululan por todo tipo de ambientes.
d) EFECTO ESPORICIDA:
Existen algunas bacterias que cuando las condiciones son adversas para su desarrollo, fabrican una gruesa envoltura alrededor de ellas, y paralizan su actividad metabólica, permaneciendo en estado de lactancia. Cuando las condiciones para la supervivencia vuelven a ser favorables, vuelven a su forma normal y su metabolismo recupera su actividad.
Estas formas de resistencia se conocen como esporas y son típicas de bacterias tan patógenas como las que provocan el tétanos, la gangrena, gaseosa, el bolutismo y el ántrax.
Este tipo de mecanismo de resistencia hace muy difícil el luchar contra ellas y, tratamientos tan útiles en otros casos como las altas temperaturas y multitud de antimicrobianos, se vuelven ineficaces.
El OZONO a concentraciones ligeramente superiores a las usadas para el resto de las bacterias, es capaz de acabar con la resistencia de las esporas.
- Acción deodorante:
Es una de las propiedades mejor comprobadas, debido a su gran utilidad en todo tipo de locales de uso público y en el tratamiento de ciertos olores de origen industrial.
El OZONO posee la propiedad de destruir los malos olores atacando directamente sobre la causa que los provoca (sin añadir ningún otro olor). Para lograrlo resulta extremadamente necesario no exceder la concentración de OZONO requerida para un determinado local, ya que, si ésta se encuentra muy elevada, quedaría un residual de OZONO presente en el aire y se percibiría su olor, por eso deben aplicarse los coeficientes.
¿Cuál es la causa de los malos olores? En sitios cerrados, de gran influencia de público, la causa suele ser la materia orgánica en suspensión, y la acción de los distintos microorganismos sobre ella, tal es el caso del típico olor a personas, humedad, tabaco, comidas, etc…
El OZONO ataca a ambas causas, por un lado, oxida la materia orgánica, además de atacarla por ozonólisis y por otro lado ataca a los microbios que se alimentan de ella.
Existe una amplia gama de olores que pueden ser destruidos por el OZONO, todo depende de la naturaleza de la sustancia causante de olor. Según dicha naturaleza se podrá establecer, vulnerabilidad hacia la acción del OZONO, y las dosis de éste requerida para su eliminación.
El resultado de una correcta ozonización es que en los sitios donde existan malos olores, desaparezcan con un pequeño residual de o3.
- Acción oxigenante:
En las grandes ciudades, donde existen gran cantidad de locales cerrados y poco ventilados, es con mucha frecuencia apreciable el oscurecimiento del aire como consecuencia de una carencia de oxígeno, la cual habitualmente identificamos como aire viciado. El OZONO, como ya hemos explicado, es muy inestable, y rápidamente se descompone en oxígeno atómico (O) y oxígeno molecular (O2). El primero es el responsable de muchas de las propiedades aquí expuestas. El segundo es el residual de esta acción, pero no se trata de un residual inestable, sino todo lo contrario, adicionando a estos ambientes enrarecidos un oxígeno limpio, logrando que el aire sea más respirable.